Si tras un gesto brusco en la rodilla, notas dolor en la zona externa y sensación de inseguridad… Puede que tengas una lesión del ligamento colateral externo
Es una lesión importante, que suele asociarse con bastante frecuencia a lesiones de menisco o de otros ligamentos, agravando así sus posibles consecuencias.
Es un ligamento fuerte, pero con baja capacidad para cicatrizar por sí mismo.
Por eso, si se diagnostica pronto y se hace un buen tratamiento, las posibilidades de un buen resultado aumentan.
Como te decía es frecuente encontrar lesiones de otras estructuras. Por ello es importante realizar una buena exploración, para así trazar el plan de recuperación adecuado.
Índice de contenidos
Qué es y que función tiene el ligamento colateral externo
El ligamento colateral externo es uno de los principales estabilizadores de la rodilla.
Se encuentra situado en la parte lateral de la rodilla. Realmente, forma parte de un complejo llamado esquina posterolateral. Sus acompañantes son el tendón del poplíteo, el ligamento poplíteo-fibular y la inserción distal del bíceps femoral.
La función de este complejo de estructuras es impedir que la rodilla se vaya hacia afuera (en varo) y una rotación externa excesiva de la tibia.
¿Cuando hay que sospechar una lesión del ligamento colateral externo?
Tras una mala pisada o un giro de rodilla en la que la tibia “se meta hacia dentro” o giremos hacia afuera de forma brusca, sospecharemos una lesión del ligamento colateral externo.
Un traumatismo directo en la parte interna de la rodilla también puede lesionarlo.
En el caso del traumatismo directo (sin giro), el resultado habitual es una lesión aislada del ligamento colateral externo. Pero cuando se produce una torsión, lo habitual es encontrar lesiones asociadas.
Como te decía, un traumatismo con giro genera lesiones más graves, responsable de esa gran mayoría de casos en los que se daña más de un ligamento (con frecuencia algún ligamento cruzado) o se asocian lesiones meniscales.
Como se diagnostica una lesión del ligamento colateral externo
Seguimos el proceso habitual de diagnóstico:
Historia clínica: mecanismo compatible
En esta primera etapa preguntamos qué es lo que ha ocurrido, con los máximos detalles posibles para orientar los siguientes pasos. En este caso, preguntaremos si ha existido un golpe directo sobre la pierna, o algún mal gesto, giro brusco, etc.
Exploración física
Realizamos una exploración física completa de la rodilla, valorando movilidad, posible presencia de líquido intraarticular (muy sugestivo de lesiones ligamentosas tras un traumatismo).
Una vez realizada la exploración general, realizamos maniobras específicas para las principales estructuras de la rodilla: meniscos y ligamentos.
Concretamente, para el ligamento colateral externo, la principal maniobra es realizar un varo forzado. Esto debe realizarse tanto con la rodilla extendida como semiflexionada, explorando así los distintos fascículos que lo componen.
Una maniobra muy específica para detectar lesiones del córner posterolateral es la maniobra de Dial (dial test para los angloparlantes).
Lo que buscamos es ver si hay una rotación externa de la pierna aumentada con respecto a la pierna sana. En caso de ser así, tendremos una alta sospecha de una lesión de varios de los integrantes de este complejo.
Pruebas complementarias
Una vez descartadas lesiones óseas con una radiografía simple, y teniendo alta sospecha de lesión del ligamento colateral externo, solicitaremos fundamentalmente:
- Resonancia magnética: la prueba de elección para el diagnóstico de lesiones ligamentosas y meniscales. En las primeras 3-4 semanas, la prueba consigue detectar los casos con mayor fiabilidad que si se realiza tras este periodo. De ahí la importancia de diagnosticar la lesión en las primeras semanas. Nos permitirá confirmar la lesión y descartar la afectación de los meniscos u otros ligamentos.
- Radiografías en estrés: consiste en realizar una radiografía a la vez que se hace la maniobra de varo forzado. Debe realizarse tanto en la pierna lesionada como en la sana, ya que cada persona tiene una firmeza en los ligamentos y se debe comparar la diferencia entre ambas. No suele realizarse de forma rutinaria. Se reserva para casos dudosos o en los que hay lesiones de múltiples ligamentos.
Con esta información, veamos qué grados de lesión podemos encontrarnos.
Tipos de lesión del ligamento colateral externo
Lesión parcial del ligamento colateral externo (esguinces grado i-ii)
Como te decía antes, el ligamento colateral externo, es un ligamento fuerte, por lo que es frecuente encontrar lesiones parciales del mismo.
Estas lesiones parciales se caracterizan por presentar dolor en la zona, pero sin clara sensación de inestabilidad.
Como habrás supuesto, la lesión parcial tiene mejor pronóstico que la lesión completa y en la mayoría de casos si se diagnostica a tiempo (preferentemente en las primeras 3 semanas tras el traumatismo), puede tratarse de forma conservadora.
Lesión completa del ligamento colateral externo (esguince grado iii)
La lesión completa del ligamento colateral externo es una lesión grave y con unas repercusiones importantes. En la mayoría de casos, cuando se producen, el paciente nota inseguridad franca en su rodilla (la pierna se le mete hacia dentro)
Genera mucha limitación, ya que es muy difícil andar sin la sensación de que te vas a caer al suelo.
Siempre que diagnostiquemos una lesión completa, debemos prestar especial atención al resto de estructuras, ya que, como hablábamos antes, en muchos casos habrá alguna lesión adicional (sobre todo si ha existido un giro).
Y al ser un ligamento con baja capacidad de cicatrización, el tratamiento más indicado para este tipo de lesiones es la cirugía.
Lesiones asociadas a la rotura del ligamento colateral externo
Estas lesiones suelen producirse tras un giro. Habitualmente se asocian con lesiones de uno de los ligamentos cruzados, tanto anterior como posterior (o ambos)
Esta lesión requiere de un manejo muy concreto, controlando bien los tiempos del tratamiento. El objetivo es disminuir la agresividad en la cirugía a la vez que conseguir la máxima recuperación funcional.
Tratamiento de las lesiones de ligamento colateral externo
Vamos a ver cuáles son los principales factores que nos hacen decantarnos por un tratamiento conservador o por la cirugía para la resolución de estas lesiones.
Tratamiento conservador
Es el tratamiento más habitual en las lesiones parciales del ligamento colateral externo
Consiste en recuperar la rodilla mediante protocolos de fisioterapia específicos, mientras que disminuimos la carga sobre dicha pierna durante las primeras semanas.
Es bastante discutible si es necesario inmovilizar la rodilla en extensión. La inmovilización tiene consecuencias negativas como pérdida de masa muscular y rigidez de la articulación.
Mi experiencia con este tipo de lesiones es positiva simplemente disminuyendo la carga (parcial o totalmente dependiendo del grado de lesión) y dejando la movilidad libre para así poder iniciar cuanto antes la fisioterapia dirigida.
Al reintroducir la carga, hacerlo con una rodillera articulada con flejes laterales como ésta, es de gran utilidad. Sobre todo, si te han recomendado inmovilizar la rodilla, o directamente te han puesto una escayola desde el muslo hasta el pie.
El tratamiento suele oscilar entre las 6 y las 12 semanas en función del grado de lesión.
Al finalizar el mismo, se recomienda repetir la exploración para comprobar que la rodilla mantiene su estabilidad tras el proceso de recuperación.
Tratamiento quirúrgico
El elegido para los cosas con lesión completa del ligamento colateral externo aislado o para los casos con afectación multiligamentaria.
Hay varias técnicas de reparación. Las más utilizadas son las reconstrucciones anatómicas con plastia de donante.
Aunque si diagnosticamos una lesión completa aislada y podemos tratarla dentro de las primeras 3 semanas desde el accidente se podría intentar realizar una reparación directa, con buenos resultados en la mayoría de casos.
Por eso es muy importante realizar un diagnóstico precoz, ya que así tenemos más opciones de tratamiento para elegir el indicado en cada caso.
Lo ideal es estar formado en varias de estas técnicas y así poder utilizar la que mejor se adapte.
Una vez terminado el procedimiento, comprobamos que la rodilla vuelve a ser estable, y que ha recuperado su movilidad normal.
Los plazos de recuperación son muy variables dependiendo de las lesiones encontradas. Pero van habitualmente entre los 4 (en lesiones aisladas) y los 12 meses.
Conclusiones y recomendaciones
Las lesiones del ligamento colateral externo son bastante frecuentes, sobre todo las asociadas a lesiones de otros ligamentos.
Deben diagnosticarse lo antes posible, para aumentar las posibilidades de éxito y tener todas las opciones de tratamiento a nuestro alcance.
Tras la cirugía, un programa de recuperación bien diseñado y dirigido es fundamental para recuperar la actividad previa a la lesión
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