Doctor Miguel Romero
luxación anterior de hombro

Luxación anterior de hombro

Una de las lesiones más frecuentes que puede ocurrir tras un traumatismo de hombro es que se salga de su sitio. A eso lo conocemos como luxación de hombro.

Lo más frecuente, con mucha diferencia, es que el hombro se salga hacia delante. De ahí que probablemente veas en muchos sitios como diagnóstico luxación anterior de hombro.

Al igual que ocurre con otras articulaciones, lo habitual es que esto suceda tras un traumatismo con una energía importante. Sin embargo, hay personas que tienen una serie de variantes anatómicas que les hacen ser más propensos a las luxaciones.

A veces, incluso con pequeños gestos, puede producirse.

Y, como habrás imaginado, al luxarse se generan una serie de lesiones que pueden alterar la funcionalidad del hombro.

Las vemos a continuación.

Índice de contenidos

Qué es y que función tiene la articulación glenohumeral

Para entender mejor la luxación anterior de hombro, te resumo un poco la anatomía de la zona.

El hombro está formado por varias articulaciones: la principal y más grande es la que forma el húmero (hueso del brazo) con la glena (una parte del hueso omoplato).

La principal función de esta articulación es la movilidad del brazo. En un rango de movimiento muy grande. Para que esto sea posible, la superficie de contacto entre ambos huesos es pequeña.

Esto favorece la movilidad, pero a cambio arriesgamos en la estabilidad.

Para intentar disminuir el riesgo de luxación, existen una serie de estructuras que “aumentan” el contacto entre estos dos huesos.

  • El labrum: es una estructura de partes blandas que rodea a la glena y abraza al húmero, ayudándole en su tarea de moverse sin salirse de su sitio.
  • Ligamentos glenohumerales anteriores: son tres, y forman un “tope” anterior que intenta evitar que el húmero se luxe hacia adelante en su recorrido.

ejemplo luxación de hombro anterior

Como se produce una luxación anterior de hombro

Hay dos mecanismos principales por los que puede producirse:

Traumatismo directo sobre la zona posterior del hombro

debe ser de una intensidad suficiente como para vencer a los ligamentos glenohumerales.

Traumatismo indirecto

Son los más frecuentes y aquí entran una serie de mecanismos que pueden llegar a luxar el hombro.

  • Tracción brusca del hombro hacia delante. Por ejemplo, al agarrarnos fuerte a una superficie cuando nos estamos cayendo hacia atrás.
  • Abducción + rotación externa. Al caernos hacia atrás apoyamos la mano separada del cuerpo y giramos. Aunque pueda parecer raro, es el gesto más habitual y probablemente este sea el mecanismo indirecto más frecuente.

Que lesiones pueden producirse tras una luxación anterior de hombro

Comentábamos antes que, para que el hombro pueda “salirse” de su sitio, tiene que romper los elementos que ayudan a su estabilidad. Veamos las lesiones más frecuentes.

Lesión de Bankart

Esta lesión con nombre propio, es la que nos encontramos más frecuentemente tras un episodio de luxación de hombro. Es una luxación del labrum en su zona anterior e inferior. Tenemos dos tipos.

  • Bankart a secas: entendemos entonces una lesión únicamente del labrum.
  • Bankart óseo: en este según tipo, además del labrum se produce una fractura de la zona anterior e inferior de la glena. Lo que influye de forma importante en el tratamiento.

Lesión de Hill Sachs

Se le llama le lesión en espejo al Bankart. Esto es así porque se produce cuando la cabeza del húmero choca con la zona de Bankart. Cuando esto ocurre, se produce una muesca en la zona superior y posterior de la cabeza del húmero.

Cuando la lesión es suficientemente grande, puede llegar a interferir con el movimiento del brazo, dando la sensación de “quedarse enganchado”.

Lesiones de los ligamentos glenohumerales anteriores

Al luxarse, el húmero rompe el tope anterior formado por estos ligamentos, lesionándolos.

Lesiones asociadas

Aunque no sean tan frecuentes, y dependiendo de la intensidad del traumatismo, pueden producirse lesiones sobre la porción larga del bíceps o el manguito rotador.

Cómo se diagnostica una luxación anterior de hombro

Historia clínica: mecanismo compatible

El paciente cuenta habitualmente un traumatismo con un apoyo brusco sobre el brazo, lo que desencadena la luxación anterior. Cuando la luxación se produce de forma recurrente, pequeños gestos pueden desencadenar un nuevo episodio de luxación.

Exploración física

Habitualmente cuando acude un paciente con una luxación de hombro viene con un dolor de intensidad alta. Suele traer el brazo afectado pegado al cuerpo, sujetándolo con el otro.

Nuestra exploración consiste en constatar que se ha perdido el relieve habitual del hombro (hombro en charretera) y descartar que el paciente tenga una lesión neurológica o vascular asociada.

luxación de hombro anterior caso

Pruebas complementarias

Una vez que tenemos una alta sospecha de luxación anterior de hombro, solicitaremos:

  • Radiografía simple: es lo primero que debemos realizar cuando llega un paciente con sospecha de luxación de hombro. Lo ideal es realizarla antes de intentar la maniobra de reducción. Sirve tanto para confirmar el diagnóstico como para descartar lesiones asociadas como una fractura. La realizaremos también al finalizar la reducción, para comprobar que el hombro ha vuelto a su sitio.
  • Resonancia magnética: Es la prueba que se realiza para confirmar las lesiones intraarticulares que hemos comentado anteriormente. Como el tratamiento de un primer episodio es conservador en la gran mayoría de casos, no suele realizarse de entrada. Lo habitual es solicitarse en casos de mala evolución del tratamiento conservador tras un primer episodio o en luxaciones recurrentes. Sirve para valorar las lesiones y planificar una posible cirugía.
  • TAC: La indicación de esta prueba es doble
    • Cuando hay fracturas asociadas a la luxación y puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.
    • En los casos en los que la Resonancia habla de un Bankart óseo (lesión de la glena). Nos sirve para valorar el tamaño de la lesión ósea y así poder elegir la técnica quirúrgica adecuada.

radiografía luxación de hombro anterior

Tratamiento de la luxación anterior de hombro

Reducción inicial

Consiste en llevar el húmero a su lugar original. Lo más habitual es realizar una reducción cerrada, pero en determinados casos puede ser necesario tener que recurrir a un procedimiento quirúrgico (reducción abierta)

Reducción cerrada

Realizando determinadas maniobras sobre el brazo podemos conseguir resolver la luxación. El porcentaje de éxito de estas técnicas es elevado.

Cómo podrás imaginas estas maniobras pueden llegar a ser muy dolorosas, por ello es muy importante hablar con el paciente para que entienda el procedimiento que vamos a realizar y así intentar que esté relajado.

Cuando el paciente no consigue tranquilizarse y contrae la musculatura, debemos parar y plantear otras estrategias como una sedación anestésica.

De lo contrario el paciente contraerá su musculatura de forma que las maniobras no serán efectivas.

Incluso podrían llegar a provocar fracturas.

Reducción abierta

Cuando estas maniobras no son efectivas o cuando hay fracturas importantes asociadas puede ser necesario recurrir a una intervención quirúrgica para restaurar la anatomía de forma urgente.

Tratamiento conservador

Es el tratamiento más habitual en un primer episodio de luxación anterior de hombro.

Consiste en inmovilizar el brazo con un cabestrillo durante unas 3 semanas aproximadamente seguido de un programa de rehabilitación específico.

Tiene una tasa de éxito alta.

En muchos casos consigue una recuperación del hombro prácticamente completa, con un porcentaje de recurrencia pequeño.

Una vez finalizada la fase de inmovilización, el tratamiento fisioterápico persigue como objetivos recuperar la movilidad y la fuerza del brazo afectado.

En los casos en los que tras finalizar el tratamiento (en torno a 3 o 4 meses desde la lesión) la recuperación es incompleta (dolor, sensación de inestabilidad…), llega el momento de solicitar una Resonancia magnética y valorar la posibilidad de un tratamiento quirúrgico en función de los hallazgos.

Tratamiento quirúrgico

Se reserva para los casos donde el tratamiento conservador ha fracasado o para los casos con luxación recurrente.

El objetivo del tratamiento es reparar las lesiones anatómicas producidas durante los episodios de luxación.

Tenemos dos técnicas posibles:

  • Artroscopia de hombro: es la más utilizada a día de hoy. Mediante unos portales (agujeritos) en la piel, introducimos una cámara y el instrumental necesario para realizar la reparación de la lesión. Con ella reparamos principalmente las lesiones de Bankart (en el labrum) y de Hill-Sachs (en el húmero).
  • Cirugía abierta: se utiliza cuando hay que hacer reparaciones óseas (fractura de glena) o en fracasos de nueva luxación tras una cirugía de partes blandas para realizar determinadas técnicas de rescate (como el Latarjet).

luxación anterior de hombro real

Lo ideal es estar formado en varias de estas técnicas y así poder utilizar la que mejor se adapte según el caso.

Los plazos de recuperación son muy variables dependiendo de las lesiones encontradas. Pero van habitualmente entre los 4 y los 6meses.

Conclusiones y recomendaciones

La luxación anterior de hombro es una lesión frecuente, que puede llegar a ser muy limitante si se convierte en recurrente.

Debe realizar un manejo cuidadoso del primer episodio, con una reducción con técnica correcta y tras realizar una radiografía simple. Hay que descartar lesiones asociadas antes de realizar cualquier maniobra de reducción.

Tras la reducción, un programa de recuperación específico y guiado es clave para que el resultado sea bueno. Disminuyendo así las probabilidades de nuevos episodios de luxación.

A partir del segundo episodio de luxación, sobre todo en pacientes jóvenes y activos, se recomienda el tratamiento quirúrgico. Es importante estabilizar el hombro para prevenir de futuras lesiones en la articulación (como el desgaste).

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